PRIMER PREMIO
LUIS LEXANDEL PITA GARCÍA (MATANZAS.CUBA)
Premio BustarViejo, 2000 España. Premio: Nosside Caribe, 2003. Premio América Bobia, Matanzas, 2002. Premio Arcolta, 2004, Pinar del Río .Premio Fidelia, Granma 2007. Premio Regino Pedroso 2008.
A través de la niebla el tonto ve partir las barcas,/
las olvida y dice: Este río fluye como un cuarteto de Beethoven,/
mas los arcos invisibles de los juncos no contestan,/
los remos se alzan y descienden con una melodía cómplice./
Junto aun árbol el tonto ensaya su propia música;/
¿Por qué me han hecho inocente y me conceden este/
este país, este puente para ver partir a los extraños?/
¿Por qué alguien decidió que fuera un tonto/
y me han marcado para callar o cazar un ave?/
¿es que debo agotar hasta la noche los ritos que otros abandonan?/
Es una la música, mas mi corazón arde en doble llama;/
el canto y el sueño, el amor y el reposo, el festejar y la muerte./
No descifro la niebla ni puedo entonar el motivo de las barcas;/
bajo un almendro o un sauce solo puedo decirme;/
es más sencillo conversar con Beethoven sobre las cartas perdidas/
la estructura de allegro, es simple y a nadie ofende./
Cuando llueve en la tarde vienen los hombres con sus cántaros,/
desatan los botes de los arrecifes y los hijos señalan vagamente el mar,/
a esa hora nadie quiere hablar de música, no puedo preguntarles/
si aquel sordo amaba en realidad a Betina o ella fue solo/
una pesadilla romántica de Goethe, nadie quiere y me apartan;/
eres un tonto por eso te legamos todo el margen de la isla,/
este puente y un cuarteto que nadie escribió para tu memoria./
A veces temo que no haya más lluvia ni más barcas; ni más familias/
y solo esté yo sobre este puente repitiendo las mismas palabras,/
los mismos gestos hasta que el árbol sea alcanzado por la lógica de la muerte./
Tengo miedo de saber un día que esta isla sea frágil y absurda/
como una fuga inmensa que el loco de Bom puso/
en el cuarteto que ya no iba a escuchar jamás./
Pero lo más importante de un tonto es ser fiel/
Y cruzar cada mañana la plaza como un vigía,/
encontrar su sitio en el puente y cuando comienza a levantarse/
la niebla delicada y loca tal como un cuadro de Chartrand;/
ver con asombro siempre limpio, las barcas, los maderos/
en la corriente y decir, arrojándoles una rosa;/
este río es nuevo como un cuarteto que nunca pudo incluir Beethoven,/
aunque los arcos incesantes del atardecer no contesten/
y los remos al alejarse sean sólo eso; remos que se van/
tocando todos a la misma vez la sosegada melodía del silencio./
Ha publicado un libro de poemas, “De este ungido modo”, en la editorial Devenir, con prólogo de José Jiménez Lozano, Premio Cervantes 2002. Además, está incluida en una recopilación de jóvenes poetas, “Los jueves poéticos”, publicada en la editorial Hiperión, y colabora con un texto en una compilación de textos solidarios, “Desde otro punto de vista”, publicado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Ha trabajado en numerosos medios de comunicación (prensa y radio, como Interviú, Teleindiscreta, Cibeles FM y ONDA Cero) y, hoy en día, es responsable del Departamento Digital de
Hay noches de brillo prosaico
en las que uno desea dormir
más que soñar;
noches en las que uno se desentiende de sí mismo
y no se convoca en (lo) absoluto
ni se rinde cuentas.
Noches en las que uno posee más que memoria
formol de instantes que no le inquietan
porque parecen esculpidos en piedra
(y no ladran)
como imágenes secas,
como fotogramas escindidos
del todo que les concede pulso.
Noches que simulan engullirse el mundo
y terminan, abruptas y escarpadas,
en un precipicio
en el que nada incita a asomarse,
ni siquiera
la curiosidad de lo perdido.
Noches anestesiadas de ruidos, sin interferencias,
en las que apenas llega la luz; noches sedantes
para las que el olor sexuado no se revela.
Noches, en fin, en las que la muerte
parece
(semeja)
ser una apacible compañera de tránsito.
FRANCISCO MARTÍNEZ HOYOS (BARCELONA. ESPAÑA)
Francisco Martínez Hoyos (1972) es Doctor en Historia por
Hoy me he levantado apocalíptico/
Porque estoy harto,/
Harto de confundir el currículo con la biografía,/
De que los horizontes se desfiguren más allá del próximo recibo./
Harto de mi, de ti, de esta esfera suspendida en el infinito/
Donde un “cuanto ganas” eclipsa, inapelable, el sabor de un poema./
Me he levantado harto/
Como la misma hartura harta de hartarse./
Harto de floreros garrulos en matatiempos garrulos/
Para gente garrulizada (en el fondo os compadezco,/
Monstruos de mediocridad pavorosa/
Engendrados del barro mediático de paniaguados)./
¡Cómo me gustaría ser Garrulator para exterminar vuestra inmundicia/
Con metralletas que dispararan sonetos del Siglo de Oro!/
Porque estoy harto,/
Harto que la derecha meta sus manos pulposas/
Con guantes rojigualdas,/
Harto de los infalibles púlpitos de la izquierda,/
Triste negativo de su adversario./
¡Harto! No sé si me entienden, si soy lo bastante claro./
JOSÉ POZO MADRID (TOMELLOSO.CIUDAD REAL. ESPAÑA)
Poeta y narrador. Miembro de
Tiene publicado el poemario Nuestra Señora de los Perros, (Ediciones
estoy cumpliendo lobos. Cómo han crecido lobos
desde mi primer día a este onomástico...
Ghabriel Pérez
Cómo han crecido lobos en la calle.
A la muchacha
que usa anillos de mariposas blancas
y escucha a Janis Joplin en sus tardes más tristes
la mordió un lobo con disfraz de paloma. Ella
anda rabiando, se traga su espuma
y grita versos para ella misma
-dice
yo soy un texto llorón escrito para mí
un poema que nació
para no ser leído por los otros
yo soy la voz de janis joplin la vida que se escapa
que se escurre en soledades
soy una total inexistencia
un dolor que no existe por sí mismo-
Murió frente a mi casa
una vecina. Familiares dispersos
vienen llegando, se reparten las fotos
los discos de boleros, las camas,
los adornos. Nadie menciona ni pretende
al rebaño de lobos
que la vecina apacentaba en la saleta.
Tengo lobos coleccionables, fotografías viejas
donde estamos juntos una mujer y yo.
De esa mujer quedan sólo las fotos,
un pulóver de México con manchas en la espalda
ropa interior que huelo tres veces por semana
y una sensación tenue, una tristeza muy pequeña
como de cosa que no llegó a existir.
Me están creciendo lobos en la espalda
saludables y fuertes
como si los hubiéramos sembrado entre los dos.
MARÍA AGUIAR FONS (SANTA CRUZ DE LA SIERRA. BOLIVIA
Licenciada en Geografía por la Universidad de la Habana, Máster en Desarrollo Cultural por el Instituto Superior de Arte de La Habana, Diplomada en Educación Superior por la Universidad de Aquino-Bolivia. Ha desempeñado diferentes cargos en instituciones dedicadas a la investigación y la producción en los campos de las ciencias de la tierra, la demografía, la antropología y la cultura, en estrecha relación con la educación superior. Cuenta con experiencia en la implementación de proyectos de investigación y desarrollo cultural. Durante más de diez años trabajó como investigadora y conferencista en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana “Juan Marinello” Es autora o coautora de más de 20 ensayos y artículos publicados en diferentes países (México, Canadá, Venezuela, Estados Unidos, Bolivia y Cuba, entre otros). Ha formado parte del Consejo Editorial de varias obras científicas. En el campo de la literatura, su obra ha sido reconocida con dos premios nacionales y cuenta con publicaciones en España, México, Bolivia y Cuba. En los últimos años ha estado principalmente vinculada a programas de postgrado en el Instituto Superior de Arte de La Habana, la Universidad de Aquino-Bolivia, la UVirtual, la Universidad Franz Tamayo y la Universidad Privada Cumbre. Paralelamente, ejerció funciones durante más de siete años como Vicerrectora Regional (rectora regional) de la Universidad de Aquino-Bolivia. Actualmente se desempeña como docente de postgrado en varias universidades y consultora para temas de educación y cultura.
¿En qué fuente de musgo chocaron nuestras cántaras?
¿en qué brocal?
¿Desde dónde guardamos el recuerdo?
¿desde qué catedral o sinagoga?
¿Cuál fue el recodo del sendero,
bajo qué olivo
compartimos la alforja y el vino?
¿Sobre el lecho de qué alga nocturna
coincidió nuestro sueño
en la edad del agua?
¿O será que viajamos en el mismo haz de luz
cuando partimos?
Alabados sean los reencuentros,
aunque nos traicione la memoria.
http://gertrudisgdeavellaneda.
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